Los 57 productores autorizados de Zimbabue comenzarán a exportar cannabis en breve
El gobierno de Zimbabue ha concedido 57 licencias a empresas que quieren cultivar y procesar cannabis, según la Agencia de Inversión y Desarrollo del país.
La mayoría de estos licenciatarios son empresas conjuntas con socios de Alemania, Suiza y Canadá, así como un puñado de actores locales. La agencia dijo en un comunicado que el cultivo ya está en marcha en algunas de las granjas y proyecta que las ventas alcancen los 1.250 millones de dólares este año.
Crear una nueva industria desde cero
Zimbabue legalizó la producción y el consumo de cannabis con fines medicinales en 2018, pero después de 3 años, la industria sigue siendo inexistente. A diferencia de Sudáfrica -donde el consumo de dagga está muy extendido, así como el conocimiento de cómo cultivar la planta-, la gente de Zimbabue no está familiarizada con el cannabis.
El país cuenta con muchos cultivadores de tabaco, pero casi ninguno de ellos está dispuesto a cambiar de cultivo. Además, las tierras de labranza que se han utilizado mayoritariamente para cultivar tabaco no son adecuadas para la marihuana medicinal porque el suelo está contaminado por fertilizantes y otros productos químicos.
En cuanto al cáñamo, la licencia para cultivar esta variedad sólo cuesta 200 dólares, pero es poco práctico cultivar cáñamo para fibra en pequeñas extensiones de tierra de unas decenas de acres. Además, todavía no hay una infraestructura que permita procesar la cosecha con beneficio.
Los críticos del gobierno también señalan la fuerte regulación como, posiblemente, el mayor impedimento para poner en marcha el flamante sector. La necesidad de construir una valla de seguridad, instalar equipos de vigilancia y filtrar el olor del cannabis (entre otras cosas) no es algo que atraiga a los pequeños agricultores.
Las proyecciones de exportación, quizás demasiado optimistas
Las partes interesadas en la industria del cannabis levantaron las cejas cuando el Ministerio de Finanzas predijo que los ingresos por exportaciones ascenderían a 1.250 millones de dólares en su primer año. Es más del doble de la cantidad generada por la industria del tabaco, de larga tradición.
Esta cifra, excesivamente optimista, probablemente sólo resume las proyecciones de los planes de negocio facilitados por las empresas cuando solicitaron sus licencias. Este año, difícilmente podría haber algo más que ensayos y cultivos de prueba.
Sin embargo, con un clima casi perfecto para el cultivo de cannabis y cáñamo, nadie duda de que Zimbabue puede desempeñar un papel importante en el mercado mundial. Lo que se necesita es una regulación estatal que cree oportunidades en lugar de obstáculos y un mejor clima de inversión.