El consumo de cannabis alcanza su máximo histórico entre los estudiantes universitarios de EE.UU.
Según la reciente encuesta del MTF, el consumo de cannabis entre los estudiantes universitarios de 19 a 22 años ha aumentado drásticamente en los últimos cinco años y ha alcanzado niveles récord en 2020.
Uno de cada doce estudiantes universitarios, es decir, el 7,9% de los encuestados, declaró haber consumido cannabis a diario. Los resultados causan preocupación entre los profesionales de la medicina que perciben la intoxicación diaria con esta sustancia como un riesgo para la salud.
Posible impacto en la capacidad cognitiva y el desarrollo del cerebro
La encuesta Monitoring the Future lleva estudiando las pautas de consumo de sustancias por parte de los jóvenes adultos en Estados Unidos desde 1980. Y a lo largo de este periodo, el consumo diario de cannabis en la universidad ha ido aumentando de forma constante.
Los investigadores de la Universidad de Michigan que han realizado la reciente encuesta proponen una explicación: cada vez menos jóvenes perciben que fumar marihuana es perjudicial. En 1980, el 75% de los encuestados creía que el consumo diario de cannabis no era saludable, y ahora la cifra es de sólo el 21%, un mínimo histórico.
John Schulenberg, que dirigió el equipo de investigadores, está preocupado por este cambio de percepción. Señala el hecho de que los cerebros jóvenes siguen desarrollándose hasta mediados de los 20 años y advierte sobre los posibles efectos perjudiciales de la marihuana en la función cognitiva y la salud mental en general.
Patrones de consumo en los no estudiantes y el uso de otras sustancias
Entre los no estudiantes del mismo grupo de edad, el consumo diario era aún mayor: el 13% en 2020 y el mismo que en los años anteriores. En cuanto al consumo anual, el 44% de los universitarios consumía esta sustancia en 2020, frente al 38% de 2015. Para sus compañeros no universitarios, la prevalencia se mantuvo en un nivel constante del 43%.
Los jóvenes también parecen percibir la experimentación con alucinógenos, como el LSD, como de bajo riesgo, y el 8,6% de los que asisten a una universidad dicen haber probado alguna droga alucinógena al menos una vez. También es la cifra más alta desde que la MTF comenzó sus encuestas en 1982.
Afortunadamente, la prevalencia del consumo de cigarrillos siguió disminuyendo en los campus universitarios de EE.UU., donde sólo el 4% de los encuestados admitió haber fumado en los últimos 30 días. La tasa de borracheras también descendió significativamente en 2020. Pero, dado que los estudiantes universitarios, por término medio, beben bastante más que los que no asisten a las universidades, probablemente se trate de una tendencia temporal impuesta por las restricciones de Covid-19.
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